Al poeta Leopoldo de Luís
Una muralla sin rostro,
una feroz bestia
sobre los abismos y el porvenir.
Ambiciono un verdadero dolor
Y sin embargo,
cálidas cercanías me habitan,
penetrantes misterios de la combinación
acometen un estallido permanente,
testimonian una huella.
El rumor de una vida
Caminamos pisando
un corazón de hojas
PILAR IGLESIAS NICOLÁS