PROPONEMOS ASESORIA PSICOANALÍTICA PARA TODOS LOS POLÍTICOS QUE QUIERAN SER CULTOS MODERNOS, INCLUIR EN SU CONCEPCIÓN DEL MUNDO LOS AVANCES CIENTÍFICOS.
La Teoría del Valor, la Teoría de la Relatividad y la Teoría del Inconsciente. Son las tres ciencias que aunque ya producidas no están en vigor, en uso para todos.
Los políticos no las están teniendo en cuenta? No le dan importancia, ni al síntoma, ya que lo tratan con procedimientos anticuados, tampoco el sueño, ya que creen que no tienen sentido en la vida y por supuesto el lapsus, ya sea equivocación oral, escrita u olvido declarando incluso en lugares como en el Debate de la Nación que son tonterias y justificándolo o pidiendo perdón por ello (cosa que lo refuerza aún más el sentido reprimido y expresado en su acto=
LOS LAPSUS:
¿equivocaciones o aciertos?
Los actos fallidos deben ser considerados como productos de nuestro psiquismo que están totalmente concatenados a nuestro devenir anímico.
Los llamados «lapsus» son frecuentes y conocidos, como el soñar que es común a todos, para sanos y enfermos. Y nos pueden acontecer en cualquier situación de nuestra vida cotidiana. Si no tenemos en cuenta la Teoría del Inconsciente, El psicoanálisis, no son apreciados y nos parecen a simple vista poco o nada importantes. Por ejemplo cuando, al querer decir una palabra, decimos otra, cuando oímos una palabra distinta de la pronunciada. Los olvidos temporales de objetos, de nombres y lugares, cuando decimos, por ejemplo: -lo tengo en la punta de la lengua- y cuando se pronuncia los reconocemos en el acto.
Los olvidos de propósitos, que luego recordamos y que por tanto, sólo hemos olvidado durante determinado tiempo y también ciertos accidentes que provocamos sin darnos cuenta.
En próximos días abrimos el curso para leer a Sigmund Freud y trasitaremos textos fundamentales, como es el de PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA, donde encontraremos un sin fin de ejemplos sabrosos, divertidos, interesantes ejemplos..
Hasta la producción de este campo científico, fenómenos psíquicos como son los sueños, los actos fallidos son pensados como una temporal anormalidad de la capacidad funcional. Un error que no puede explicarse fácilmente por la teoría psicofisiológica ni tampoco por la de la atención.
El psicoanálisis nos muestra que tanto los sueños, como las funciones fallidas son hechos psíquicos. Esto es una diferencia muy a considerar cuando se las trata como perturbaciones orgánicas o disminución anormal de la capacidad funcional; ya que todos estos fenómenos, pueden ser explicados e integrados en el conjunto conocido ya del suceder psíquico.
Cuando acontece el acto fallido podemos darnos cuenta del mismo y se puede conocer separadamente la tendencia reprimida que en su fondo existe, pero ignoramos, hasta que en el contesto de un análisis se puede conocer la relación causal
existente entre la tendencia y el acto fallido, ya sea oral, auditivo, olvidos, etc.
. Su aparente falta de importancia hace que no despierten nuestra atención. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que “no podemos confundir en las críticas que nos suscitan la importancia de los problemas, con la apariencia exterior de los signos que se manifiestan.”No podemos despreciar los pequeños signos que, tomándolos en consideración, pueden servirnos de guía para realizar importantes descubrimientos. Aquello que había pasado inadvertido y que el psicoanálisis añade es, precisamente, lo esencial de la cuestión investigada. Claro es, que si el “acto fallido” no lo observamos bajo la mirada psicoanalítica, lo seguiremos confundiendo con pequeños accidentes casuales y hay que tener en cuenta una cuestión importante que Freud nos advierte, “afirmar que existen sucesos tan insignificantes que se encuentran fuera del encadenamiento de la fenomenología universal y que lo mismo hubieran podido no producirse, trastornaría toda la concepción científica del mundo”. Y esto es lo que hacemos al recurrir a explicaciones como: -son pequeñas desviaciones de la función anímica o inexactitudes del mecanismo psíquico, o: -se está fatigado o sobreexcitado, o absorbido por cuestiones diferentes a las que nos proponemos. Sin embargo, no ocurre así, muchos actos resultan particularmente acertados si no son objeto de una atención especial y el error se produce, en cambio, cuando nos interesamos de una manera particular. El acto fallido cuando se produce, dentro de las múltiples posibilidades que tenía para realizarse, lo hace de un modo determinado. Hay razones decisivas que nos imponen tal o cual elección. En sí mismo e independientemente de las circunstancias en que se produce, presenta un sentido propio. El sentido de un proceso psíquico es la intención a que dicho proceso sirve dentro de una serie psíquica. Entonces, la equivocación tiene que ser considerada como un acto psíquico completo con su fin propio. La intención o sentido de la equivocación se muestra con evidente claridad, cuando expresa todo lo contrario de lo que se proponía.» Por ejemplo, en el olvido de intenciones o propósitos, que puede atribuirse, de una manera general, a la acción de una corriente contraria, opuesta a la realización de los mismos. Son actos fallidos para un sistema y aciertos para otro
.En una ocasión singular, el presidente de la Cámara de Diputados, para abrir una sesión dijo: “Señores Diputados, se levanta la sesión”; es evidente, aunque tuviera que abrir la sesión, le agradaba levantarla ya que se trataba de un día dificil como es siempre los presupuestos generales del Estado.
.Otro ejemplo es el lapsus cometido por un ministro en una rueda de prensa, que al comunicarel número de empleos que se preveían crear para el siguiente año, se equivocó y dijo “desempleo”. Evidentemente, el ministro una buena noticia, pero quizá no estaba convencido de los datos quería anunciar que iba a ofrecer a la población.
Y en esta ocasión y dado que los tenemos ya tan a mano como son los videos en Internet lkM aquí alguno de ellos, mano
Sin embargo nada comparable con la negación del acto, o llegar a otro acto como es el de pedir disculpas por el error, como hizo el anterior presidente de España, que de alguna clara manera evidencia su desconocimiento de estos fenómenos y así como el que no deja sin trabajo a todos los psicoanalistas donde estos, como el sueño, como el síntoma son formaciones del inconsciente, vía regía para un análisis. Y que aclaro que no es posible su interpretación sino es como decía en un contexto.
El psicoanálisis nos muestra que tanto los sueños, como las funciones fallidas son hechos psíquicos. Esto es una diferencia muy a considerar cuando se las trata como perturbaciones orgánicas o disminución anormal de la capacidad funcional; ya que todos estos fenómenos, pueden ser explicados e integrados en el conjunto conocido ya del suceder psíquico.
Cuando acontece el acto fallido podemos darnos cuenta del mismo y se puede conocer separadamente la tendencia reprimida que en su fondo existe, pero ignoramos, hasta que en el contesto de un análisis se puede conocer la relación causal
existente entre la tendencia y el acto fallido, ya sea oral, auditivo, olvidos, etc.
. Su aparente falta de importancia hace que no despierten nuestra atención. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que “no podemos confundir en las críticas que nos suscitan la importancia de los problemas, con la apariencia exterior de los signos que se manifiestan.”No podemos despreciar los pequeños signos que, tomándolos en consideración, pueden servirnos de guía para realizar importantes descubrimientos. Aquello que había pasado inadvertido y que el psicoanálisis añade es, precisamente, lo esencial de la cuestión investigada. Claro es, que si el “acto fallido” no lo observamos bajo la mirada psicoanalítica, lo seguiremos confundiendo con pequeños accidentes casuales y hay que tener en cuenta una cuestión importante que Freud nos advierte, “afirmar que existen sucesos tan insignificantes que se encuentran fuera del encadenamiento de la fenomenología universal y que lo mismo hubieran podido no producirse, trastornaría toda la concepción científica del mundo”. Y esto es lo que hacemos al recurrir a explicaciones como: -son pequeñas desviaciones de la función anímica o inexactitudes del mecanismo psíquico, o: -se está fatigado o sobreexcitado, o absorbido por cuestiones diferentes a las que nos proponemos. Sin embargo, no ocurre así, muchos actos resultan particularmente acertados si no son objeto de una atención especial y el error se produce, en cambio, cuando nos interesamos de una manera particular. El acto fallido cuando se produce, dentro de las múltiples posibilidades que tenía para realizarse, lo hace de un modo determinado. Hay razones decisivas que nos imponen tal o cual elección. En sí mismo e independientemente de las circunstancias en que se produce, presenta un sentido propio. El sentido de un proceso psíquico es la intención a que dicho proceso sirve dentro de una serie psíquica. Entonces, la equivocación tiene que ser considerada como un acto psíquico completo con su fin propio. La intención o sentido de la equivocación se muestra con evidente claridad, cuando expresa todo lo contrario de lo que se proponía.» Por ejemplo, en el olvido de intenciones o propósitos, que puede atribuirse, de una manera general, a la acción de una corriente contraria, opuesta a la realización de los mismos. Son actos fallidos para un sistema y aciertos para otro
.En una ocasión singular, el presidente de la Cámara de Diputados, para abrir una sesión dijo: “Señores Diputados, se levanta la sesión”; es evidente, aunque tuviera que abrir la sesión, le agradaba levantarla ya que se trataba de un día dificil como es siempre los presupuestos generales del Estado.
.Otro ejemplo es el lapsus cometido por un ministro en una rueda de prensa, que al comunicarel número de empleos que se preveían crear para el siguiente año, se equivocó y dijo “desempleo”. Evidentemente, el ministro una buena noticia, pero quizá no estaba convencido de los datos quería anunciar que iba a ofrecer a la población.
Y en esta ocasión y dado que los tenemos ya tan a mano como son los videos en Internet lkM aquí alguno de ellos, mano
Sin embargo nada comparable con la negación del acto, o llegar a otro acto como es el de pedir disculpas por el error, como hizo el anterior presidente de España, que de alguna clara manera evidencia su desconocimiento de estos fenómenos y así como el que no deja sin trabajo a todos los psicoanalistas donde estos, como el sueño, como el síntoma son formaciones del inconsciente, vía regía para un análisis. Y que aclaro que no es posible su interpretación sino es como decía en un contexto.