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REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS MUNDIAL SENCILLAMENTE A. EINSTEIN

PRODUCCIÓN Y TRABAJO
REFLEXIONES sobre LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL. (1929) Albert Einstein PRODUCCIÓN Y PODER ADQUISITIVO PRODUCCIÓN Y TRABAJO

Si algo puede animar al lego en materia económica a reunir el valor necesario para dar su opinión sobre la esencia de las dificultades angustiosas del presente, es el descorazonante caos que se advierte en las opiniones de los expertos. Nada diré de nuevo. Sólo la opinión de un hombre independiente y honrado que desea el bienestar de la humanidad, y que, libre de prejuicios de nacionalidad o de clase, procura lograr una armonía en la existencia individual.
Ponemos un ejemplo: Si tenemos dos fábricas, producirá artículos más baratos aquella que funcione con la menor cantidad posible de obreros, que a su vez trabajen con la mayor intensidad que la técnica permita. O sea que hay empleo para una parte sóla de la población obrera. Y que mientras unos trabajan demasiado, otros quedan fuera del proceso de producción. Con lo cual menguan la venta y la rentabilidad, quiebran las empresas, aumenta el desempleo, las empresas pierden credibilidad ante los bancos, sigue la insolvencia, el retiro de ahorros y por fin la paralización de la industria.
Ahora bien, se ha visto esta crisis desde otro punto de vista, vinculándola a motivos que analizaremos ahora:
Se habla de Superproducción, ahora bien, en la que hay que distinguir entre dos cosas, la superproducción real y la superproducción aparente. Bajo el primer concepto entiendo una producción tan abundante que sobrepasa la demanda.
Suele llamarse superproducción a la producción excesiva de un artículo que no puede venderse a causa de las circunstancias y a pesar de que los consumidores lo necesitan.
A ésta llamo superproducción aparente. Pues en este caso no falta demanda sino poder adquisitivo por parte de los consumidores.
La expresión superproducción entonces no es sino otra forma de llamar a la crisis, con lo que mal podría servir de explicación a ésta.
Las Reparaciones: la obligación de pagar sus reparaciones ha afectado la economía de los países en deuda, y los ha forzado a exportar a precios que resultan un verdadero dumping . Pero si los Estados Unidos, protegidos por aranceles muy altos, dan señales de crisis, queda claro que no es esto su causa principal. La introducción de nuevos aranceles; el aumento de los gravámenes para pagar armamentos; la inseguridad política derivada del peligro de la guerra: todo ello se agrava en Europa, sin afectar aparentemente a los Estados Unidos. Pero al aparecer la crisis también aquí, deja claro que aquellas no pueden ser las causas principales.
Tampoco la causa es el ascenso económico de las clases económicas inferiores a partir de la guerra; que sólo acarrearía en caso de ser real- escasez en los bienes en oferta y no lo contrario.
Para mí está claro: el progreso técnico que debía de haber servido al hombre para liberarlo de parte de su carga laboral es la causa principal de las desgracias actuales. De aquí la aparición de quienes ¡pretenden prohibir la introducción de progresos! Un disparate, a todas luces.
Pero queda en pie el dilema ¿cómo encontrar una solución?. Si de algún modo pudiera conseguirse que el poder adquisitivo de la masa no descendiera por debajo de un determinado nivel, se impediría esa paralización del sistema económico que padecemos hoy
Sea como fuere, hay dos puntos en los cuales la economía libre debe planificarse: limitando los horarios semanales de los diversos sectores para combatir el paro en forma sistemática, y regulando el salario mínimo de modo que el poder adquisitivo de los trabajadores se corresponda con la producción.
En los sectores monopolizados, el Estado debería controlar los precios para que una acumulación excesiva de capital no estrangulara la producción en forma artificial.
Es así como quizá podrían equilibrarse producción y consumo, sin introducir grandes limitaciones en la iniciativa privada.
Al mismo tiempo se evitaría una excesiva superioridad del propietario de medios de producción 􀀀􀀀tierras, máquinas- respecto al trabajador asalariado.
Según mi parecer, los medios naturales para combatir las actuales circunstancias son los siguientes:
1º) Reducción del horario de trabajo semanal, unido a la fijación de un salario mínimo que regule el poder adquisitivo en relación con la producción de bienes.
2º) Regulación de la cantidad de dinero en circulación y del volumen crediticio, así como mantenimiento de los precios medios de los artículos.
3º) Establecer legalmente un tope en el precio de los artículos producidos por un sector monopolizado
Para fabricar lo imprescindible, no es necesario emplear a todos los trabajadores disponibles. Con ello se da la consecuencia de mayor paro, de competencia malsana entre los asalariados y, como agregado, la disminución del poder adquisitivo y una asfixia insoportable de todo el circuito vital de la economía.
Sin embargo que ha de procurarse por todos los medios la participación de los jóvenes en el proceso de producción.

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