donde mi andar gótico rehace el gesto fantasmal de la sangre
contra la vida iluminada por sonrientes rubores de corrupción
se yergue sorprendente
la experiencia de la palabra
contra la vida tomada en su fuente de desventuras
oh recuerdos relámpagos parecidos a grandes dogos que se ponen como soles
contra la esperanza abierta como una herida ornada de pedrerías
se eleva la palabra en el aire del tiempo
y hace que un hermoso poema arranque ojos en lugar de lágrimas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
He aquí la totalidad de los siglos pasados por las armas
cabeza de madera en la cual el ojo izquierdo sólo parpadea para
salvar al otro de la miseria
lo único creíble en el seno vaporoso de las geografías venenosas
son las fugas imprecisas de rostros encadenados por horribles palideces
es la obra simbólica de sabios microbios en el fondo de las
apasionantes cavernas de la materia
es el monumento irracional de la tempestad que derriba a la virtud
y el inviolable desorden
con una voz desesperada
Ahora que los proverbios seductores viajan a costa de los ojos
los brazos carecen de recuerdo y caen a lo largo del cielo
todos los dioses han vuelto a entrar en sus conchas
y la muerte con vestimenta de soldado
coloca al terror blanco en vitrina
en las patrias recién pintadas
he aquí que llegan por senderos azotados por una fiebre lenta
el tiempo de las grandes mudas nocturnas
del terciopelo y de los encantamientos lúcidos
en los que el hombre
destructor de muertos y palabras
escala el oro escarpado
lleno de ruidos
como una selva virgen ...
MAX ERNST
el ojo del silencio